En el punto de vista de la iglesia cristiana dice que en la biblia Dios nos da las siguientes “ordenes” Yo aborrezco el divorcio –dice el SEÑOR Dios de Israel”. De acuerdo con la Biblia, el plan de Dios es que el matrimonio sea un compromiso de toda la vida. “Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre” (Mateo 19:6 NVI). Sin embargo Dios comprende que el divorcio va a ocurrir, debido a que un matrimonio involucra a dos seres humanos, ya cuando estos dejan de quererse, dejan de tenerse respeto esto ya no tiene sentido, es mejor cortar por lo bueno antes de empezar hacerse daño.
En un punto de vista más real se sabe que si en un mundo perfecto, hombres y mujeres se casarían, vivirían largas y felices vidas juntas y dejarían este mundo aproximadamente al mismo tiempo. No habría necesidad de segundos matrimonios. Pero vivimos en un mundo lejos de ser perfecto. La gente a veces muere muy joven, dejando atrás afligidos cónyuges, con vidas potencialmente largas por delante. Y muchos matrimonios simplemente no duran, colapsan y terminan.
Hay segundos matrimonios de toda clase segundos matrimonios que están condenados desde el inicio; segundos matrimonios destrozados por los hijos; segundos matrimonios en los cuales los hijos de ambos lados se fusionan en una feliz y cooperativa unidad; segundos matrimonios que colapsan bajo tensión financiera y segundos matrimonios que perduran, pero son infelices.
Después del Divorcio
¿Tiene sentido para alguien que ha fracasado, casarse de nuevo? Casi nadie considera esta pregunta seriamente, y a pesar de que conocemos la respuesta por adelantado, es conveniente pensar en esta pregunta. Aunque generalmente es verdad que se necesitan dos para bailar tango y sólo uno para “deshacer el tango”, no existe casi ningún divorcio en el cual el quiebre sea exclusivamente culpa de una sola de las partes. De este modo, conviene que cualquier persona divorciada pase por un serio examen de conciencia antes de volver a casarse, contemplar de qué manera las cosas será diferentes, de modo que el próximo matrimonio dure para siempre.
Un joven dice que anda de esto es fácil, dice. “Después de 24 años de casado y con cuatro hijos, el divorcio es algo muy duro de asimilar, queda un vacío profundo, pero uno va evolucionando y después de tres años de mi separación comencé a salir con mi actual pareja, también divorciada, a quien conocía desde hace años, estuvimos saliendo un tiempo hasta que tomamos la decisión de casarnos. Al principio estaba temeroso, era comenzar a compartir otra vida, una casa con ella y sus dos hijos, pero esto ha sido muy pensado, hay comprensión, amor y el deseo de ser feliz supera los inconvenientes”.